¿A QUIÉN LE PERTENECE NUESTRO DINERO?

La confiscación de cuentas a los oligarcas rusos y la expulsión del sistema SWIFT abre un melón muy explosivo en el panorama fiscal. Y es que debemos preguntarnos: ¿A quién le pertenece nuestro dinero? ¿Es realmente nuestro o solo lo es mientras el estado nos lo consienta?

Hasta 2021 solo los más fervientes defensores de las criptomonedas se planteaban esto, pero en 2022 las reglas del juego han cambiado para siempre.

LOS PRECEDENTES: LA HUELGA DE CAMIONEROS DE CANADÁ

Este año iniciaba con una huelga general de camioneros canadienses que protestaban por la vacunación obligatoria. Reitero lo de «obligatoria» porque más del 90% de los conductores estaban vacunados por decisión propia. Los que se manifestaron no eran un grupo de antivacunas como nos hicieron creer los informativos, sino la práctica totalidad del colectivo.

Este incidente provocó protestas en la calle y que el gobierno corriera a refugiarse en un búnker. Lejos de recular, el gobierno canadiense congeló las cuentas de todos los camioneros implicados en la huelga sin juicio previo.

De esta manera se anularon varios derechos democráticos: el primero, el de huelga y manifestación. El segundo, la inviolabilidad de la propiedad privada. Y el tercero, el derecho a tener un juicio justo.

Esto sentaba un peligroso precedente: el gobierno tiene el derecho a confiscar tu dinero si no comulgas con su agenda política. Pero bueno, eso solo era problema de los canadienses: nosotros somos dueños de nuestro dinero… ¿No es así?

«El salto de la democracia a la dictadura es fácil cuando todo el dinero es digital».

Marta Peirano.

LA DESCONEXIÓN DE RUSIA DEL SISTEMA SWIFT

Si pensábamos que lo de Canadá era una excepción, estábamos muy equivocados. En febrero, Rusia invade Ucrania y se desata un apocalipsis financiero. Estados Unidos anuncia la exclusión de siete bancos rusos del sistema Swift (el que verifica las transferencias internacionales) evitando así que cualquier país pueda enviar dinero a Moscú.

El hecho de que la Unión Europea y Canadá secundaran esta decisión es meramente anecdótico; ya que, aunque el sistema nació en Europa, desde hace décadas está controlado por EE.UU.  De hecho, ya se sacó a Irán de él sin consentimiento del resto de países implicados.

La desconexión de Rusia del sistema Swift es el motivo por el cual Moscú no puede pagar su deuda con Europa. No es que no quiera o no tenga dinero, sencillamente no puede transferirlo. La deuda debe pagarla en dólares y no puede usarlos.

LAS OTRAS SANCIONES

Antes de proseguir y meternos en senderos más pantanosos, quiero aclarar que no apoyamos la invasión de Ucrania. Nuestro más sentido respeto y afecto para todas las personas que están sufriendo por esta guerra.

Dicho esto, continúo. Las sanciones no se quedaron solo en la desconexión de Rusia del sistema SWIFT. A esta medida se añadieron otras como cortar los canales de financiación y el acceso a los mercados de capitales, y confiscar las cuentas de los oligarcas (y sus familias), de empresas y organismos públicos.

Podemos considerar que las medidas están justificadas o no, por la guerra, pero, sin demostrar que hay un delito (salvo ser rusos) y sin un juicio previo, se ha procedido a confiscar el dinero de los ciudadanos. Es más: un país ha confiscado el dinero de los ciudadanos de otro país.

Esto abre un melón interesante: ¿A quién le pertenece nuestro dinero en realidad? ¿Podemos considerar que es nuestro tras ver cómo se congelan las cuentas de los ciudadanos de otro país por las acciones de su gobierno? Si mañana tu gobierno se opone a los planes de EE.UU… ¿Te pueden vaciar la cuenta?