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Leyendas de Madrid: El Tren de los 40 días

    Foto del Tren de los 40 días (ferrocarril que alimentó Madrid durante la Guerra Civil)

    El Tren de los 40 días es el ferrocarril que alimentó Madrid durante la Guerra Civil.  Este es el nombre por el que más se le conoce, pero también fue llamado «El Tren de los cien días”,  “El tren de Negrín» o «El Tren de las lentejas». Azaña, incluso,  llegó a proclamarlo como » Un Tren de guerra, para la Guerra». 

       Lo cierto es que El Tren de los 40 días  fue un ferrocarril estratégico y fundamental para la resistencia de la ciudad de Madrid durante la Guerra Civil. Se construyó en la guerra, funcionó durante la guerra y, al terminar la guerra, fue desmantelado.

    El origen del nombre

    El tren de los 40 días

    Son los propios ferroviarios los que textualmente dicen refiriéndose a este tren que en un mes y medio su construcción quedaría resuelta,  y de ahí vino su primer nombre, El Tren de los cuarenta días. 

     Pero a medida que pasaban los meses, y las dificultades se acumulaban en el frente, pasó a llamarse “El tren de los cíen días». 

    Más tarde, los que sí acertaron de pleno con el nombre son los que lo denominaron “El tren de Negrín». Porque fue Juan Negrín López -presidente del Gobierno de la República en el año 1937-  el ejecutor real de esta aventura y con el que empezaría a circular el tren.

    Lo de «El tren las lentejas», aparte de ser verdad, no deja de ser una mera anécdota.

    ¿Quién construyó El Tren de los 40 días?

    Mando el Batallón de fortificaciones en Nuevo Baztán durante la Guerra Civil

    Los que se mancharon las manos fueron por un lado los militares del Batallón de Fortificaciones y, por otro los presos que sacaron de las cárceles republicanas y los pusieron a trabajar en las vías. 

    También hubo un grupo de “obreros” y vecinos de los pueblos cercanos en la construcción del tren de los 40 días. Gente con el único anhelo de defender la República y que se alistó empuñando un pico o una pala a símil de fusil.

    Campo de concentracion en Nuevo Baztán

    Estos hombres trabajaron en la construcción del ferrocarril a cambio de alimentos y de un sueldo de 10 pesetas diarias. Algunos fueron héroes, salvaguardando la causa justa por la que se luchaba, y otros simplemente vieron la oportunidad de huir del frente y de una muerte segura a cambio de trabajar en la vía.

    Dentro de estos presos-obreros, muchos provenían del grupo de los militares defensores del cuartel de la Montaña, Guardias Civiles de tropa y altas graduaciones en ambos casos -gentes de posibles y de cuna-. 

    También hubo sacerdotes y seminaristas, en su gran mayoría afines a los golpistas. Pero eso no quita, que también por otro lado, hubiera algunos vagos, maleantes y rateros de medio pelo que el Gobierno de la República aprovechó para sacarlos de las calles de Madrid y ponerles a trabajar.

    ¿Cómo y quiénes acabaron en

    El Tren de los 40 días?

    Algunos de los presos más famosos que trabajaron en la construcción de El Tren de los 40 días  procedían de la cárcel Modelo de Madrid. Este es el caso de Fernando y José Serrano Súñer, Fernández Cuesta o Muñoz Grandes, entre otros, que tendrían luego un papel importante en la vida política de España tras la victoria del bando nacional.

    Ante la presión mediática del mundo entero sobre los fusilamientos indiscriminados de Paracuellos y Ajalvir, al gobierno de la República no le quedó más remedio que parar esas ejecuciones.

    ¿Por dónde circulaba el tren?

    Pero… ¿Y qué hacer con esta pobre gente? …”¡A la vía, a que se ganen el pan que coman!».  Y así fue como se concentraron casi veinte mil personas trabajando en las vías del ferrocarril. 

    Via de El tren de los 40 días

    Su inauguración oficial fue el 11 de junio de 1938, aunque llevaba ya algunos meses circulando: trayendo municiones para las tropas y alimentos para la capital.  

    El recorrido del tren empezaba en Tarancón (Cuenca) donde se cargaba de víveres y municiones antes de mandarlo a Madrid. Transcurría por las poblaciones de Relinchón, Estremera, Carabaña, Orusco, Ambite, Villar del Olmo, Nuevo Baztán, Pozuelo de la República ( hoy, Pozuelo del Rey), Loeches y Mejorada del Campo.

    Finalmente llegaba a Madrid a través de la estación de Torrejón de Ardoz. Allí una retahíla de camiones le esperaban para transportar ya por carretera el cargamento a la ciudad.

    El último viaje del tren de los 40 días sería el 7 de Abril de 1939, tras la proclamación del “fin de la guerra” el día 1 de ese mismo mes.

    El Tren de los 40 días:

    el libro de Andrés Graña Ruiz

    Portada del libro El tren de los 40 días  de Andres Graña Ruiz

     El Tren de los 40 días es también el libro escrito por Andrés Graña Ruiz y. editado por Editorial Chocolate. En él podremos ir descubriendo la historia real de este tren a la vez que vemos pasar el transcurso de la Guerra Civil.

    El libro incluye los diferentes comunicados y noticias que fueron apareciendo en los medios y la prensa de la época. 

    Mención especial de este libro merece el capítulo titulado “Paseando por la vía”, donde el autor ha ido recogiendo los testimonios de las gentes de los pueblos por donde pasaba este ferrocarril. Una amalgama de sentimientos y anécdotas que nos ayudan a dibujar la historia y la vida de un tren desconocido por la mayoría de los madrileños.

    Artículo en colaboración con Tesa Zalez de Editorial Chocolate

    El tren de los 40 días es la primera de muchas colaboraciones entre Daniel Piniella y otros autores y editores con el fin de dar mayor difusión a la cultura, literatura, historia, mitos y leyendas. Un artículo escrito por Tesa Zalez de Editorial Chocolate.

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